Have you ever seen a million dollar clock? At the Bily Clocks Museum you will find a display of unique hand carved wooden clocks. Not only do the clocks represent years of painstaking and intricate work, but in addition they have chimes, moving figures, and other unusual features. Some of them stand over six feet high.
In 1893, Spillville, Iowa became the Sumer home of Antonin Dvorak, the world-famous Czech music composer. Tired from a year’s work as director of the New York Conservatory of Music an homesick for his homeland, he found his way to Spillville.
¿Ha visto un reloj que valga un millón de dólares? En el museo de los Relojes Bily, se encontrará una exposición de relojes de madera esculpidos a mano. Los relojes no solo representan años de trabajo meticuloso e intrincado, sino que también tienen campanas chinas, figuras móviles, y otras caracterÃsticas inusuales. Algunos de los relojes miden más de seis pies de alto.Â
En 1893, Antonin Dvorak, el compositor checo de fama mundial, empezó a pasar los veranos en Spillville, Iowa. Después de trabajar un año como director del Conservatorio de Nueva York, Dvorak estaba extenuado y extrañaba su patria, asà llegó a Spillville.
(traducción de CJ Lee, Luther College)